Para saber en cual de todos los tipos de plazos fijos que existen conviene invertir hay que tener en cuenta varios puntos, ya que cada uno de ellos presenta ventajas y desventajas.
El plazo fijo tradicional está pensado para el pequeño ahorrista, su ventaja principal consiste en que en general los montos mínimos solicitados no son tan elevados y no hay necesidad de dejar depositado el dinero por demasiado tiempo como si requieren otros plazos fijos.
Es necesario aclarar que en general a mayor dinero depositado y mayor plazo, los bancos suelen aumentar sus tasas de interés. Para mayor comodidad del inversor muchos bancos e instituciones financieras ofrecen la opción de renovación automática del plazo fijo.
Para aquellas personas que consideran que pueden tener una eventual necesidad de retirar el depósito antes del plazo convenido es beneficioso hacer uso del plazo fijo precancelable, pero teniendo en cuenta que tiene un contratiempo, ya que se paga una tasa de interés inferior a la pactada al inicio. También hay que tener en cuenta que no todos los plazos fijos son transferibles, ni pueden ser depositados en moneda extranjera.
Así mismo cuando se enfrenta una situación de inflación o deflación es conviene invertir en el plazo fijo ajustable por CER o ajustable por CER PLUS que permiten cubrirse, en el caso del PLUS ante ambos escenarios. El plazo fijo común presenta una desventaja respecto de los anteriores porque se pierde ya que la tasa de interés que otorgan los bancos no llega a alcanzar el índice que se utiliza para medir la inflación (índice de precios al consumidor). Igualmente sigue siendo una alternativa de inversión más conveniente que tener el dinero improductivo porque el mismo se devalúa a lo largo del tiempo. Una opción en la cual el tema inflacionario no afecta es realizar el depósito en dólares.
En los últimos tiempos, los bancos incorporaron nuevos beneficios a sus plazos fijos clásicos modificando algunos requisitos. Por ejemplo, el Banco Itaú creó Plazo Fijo Vip que permite tener una cuenta corriente con hasta el 60% del capital invertido para poder contar con fondos disponibles en cualquier momento. Otros ofrecen premios o millas en viajes, pero suelen requerir un monto de inicio mucho mayor.
Otro punto a considerar a la hora de elegir un plazo fijo es el tema de la capitalización de intereses, en algunos casos como el de renta periódica, al retirar los intereses cada 30 días, imposibilita que los intereses se sumen al capital inicialmente depositado y generen nuevos intereses.
En resumen, la elección de un tipo de plazo fijo depende de muchos factores: cantidad de dinero a depositar, tiempo por el cual no se dispondrá del mismo, situación de inflación, bonus extras, etc.
Por lo tanto, no existe un plazo fijo mejor que otro, sino que depende del momento y las necesidades particulares de cada inversor.
Pequeña guia para el ahorrista:
En definitiva, el mejor plazo fijo va a ser el que mejor se adapte a tus necesidades. No siempre es el que mas interés pague.